Antes era buen lugar para pasar el rato, ahora si tardas en pedir se encabronaban y casi casi te quieren correr, ya empezaron a cobrar desde el principio y no te has acabado la mitad de la cubeta y eso que la pagas y pides otra te vuelven a cobrar cuando te la dan. Antes los "cócteles" estaban a 60 y luego te los clavan en 90 si te descuidas. Luego pides ticket y se hacen pendejs. Ahora apesta a humedo y sucio pero le quieren poner aromatizante y hace que huela peor; los baños están sucios, se volvió una calamidad, pésima atención, decayó mucho ese lugar. Era mi lugar frecuente ahora voy a "la portería" antes "el arguende"
Está céntrico y es íntimo. Pero eso mismo hace que se dificulte la deambulacion adentro. Está muy apretado. El servicio hay es regular. Debería mejorar la actitud del personal