Tanto los precios como el trato son buenos. En cuanto a la espera es moderadamente corta ya que atienden rápido. Por último si van no compren la flauta o el pan francés, son adictivos.
Todo rico de verdad, la atención es infinitamente sensacional. Una familia que apuesta a nuestro Uruguay y con la virtud que provienen del tiempo que se repartía en Jardineras tiradas por caballos !!!